Devocional:
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. (Santiago 1:2-3)
La realidad:
Si pudieras elegir, ¿te gustaría pasar por pruebas? Si estuviera en tus manos decidir, ¿te gustaría esperar una respuesta sin tener un tiempo establecido? Creo que la respuesta del 100% de las personas es “no”.
Pero ésta no es nuestra realidad. La vida tiene valles de oscuridad y desolación, al pasar por ellos, tendremos oposición, aflicciones y luchas, pero nunca estaremos solos en las situaciones difíciles por las que pasemos. Es más, Santiago nos agrega una virtud adicional, y ello es, que debemos alegrarnos en medio de las pruebas. ¿Regocijarnos? ¿Por qué?
Dios está forjando nuestro carácter, transformando nuestro corazón, y Él nos perfecciona día a día. Si creemos algo de verdad, seremos puestos a prueba en lo que decimos creer hasta que ninguna situación externa sea capaz de interferir con aquella creencia que El Señor nos ha revelado y quiere grabar en nuestro corazón. Al soportar las dificultades anclados en la Palabra de Dios, somos aprobados en “perseverancia”, en paciencia, en virtud. es decir, en la capacidad de mantenernos firmes y constantes, confiados en que Él Señor nos librará.
¿Cómo has reaccionado ante situaciones adversas? ¿Te has mantenido firme y constante cuando algo inesperado parece contradecir tu fe? ¿Has persistido en la visión que Dios te ha dado? ¿Te has resistido a no dejarte llevar por las circunstancias? ¿Has sido un creyente obstinado, en el buen sentido de la palabra, en las promesas de Dios? ¿Has permanecido firme? ¿Ha perdurado en tu espíritu lo que Dios te ha dicho?
Dios espera esto de ti y te capacita para perseverar. Sólo así llegará a tus manos la victoria. No basta con proclamar nuestra fe; ¡debes día a día, en la práctica, seguir creyendo! Así que, ¡ánimo y sigue adelante!
Declarando la promesa:
Hoy declaro que no debo temer a las pruebas, porque ellas, aún cuando no pueda verlo, son un medio para fortalecer mi fe, transformar mi corazón y hacerme el siervo que Dios espera de mí. En medio de la adversidad confiaré que mi Padre me sostiene y me dará en Sus tiempos perfectos, la victoria.
Oración
Señor, sé que pasaré por pruebas en mi vida, pero quiero ser aprobado por ti. Confío en que tienes lo mejor para mí y que, al final de cada situación difícil, veré mi victoria y mi fe será mucho más fuerte. En el nombre de Jesús, Amén.