Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Lucas 5:5
Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Lucas 5:5
Como pescador experimentado, Pedro conocía las probabilidades. La pesca en el mar de Galilea generalmente se realizaba de noche, en aguas poco profundas, no durante el día y ciertamente no en las profundidades, como Jesús le indicó. Desde un punto de vista profesional, no tenía sentido. Sin embargo, debido a que era Jesús quien hablaba, Pedro obedeció.
Quizás estés enfrentando un momento similar. Dios te llama a dar un paso que puede parecer ilógico, abrumador o incluso imposible. Confiar en Él significa mirar más allá de lo que tus ojos pueden ver y apoyarte en lo que Él sabe, porque Él lo sabe todo. La obediencia al Soberano omnisapiente y todopoderoso es siempre el camino más seguro, incluso cuando desafía la lógica humana.
La obediencia de Pedro trajo una pesca sobreabundante, tan grande que las redes comenzaron a romperse. Del mismo modo, cuando obedeces a Dios, abres la puerta para que Él muestre Su poder y provisión de maneras que nunca podrías lograr por ti mismo.
A lo largo de tu vida, algunas instrucciones de Dios estirarán tu fe. Pero cuando el Todopoderoso te diga que actúes, hazlo, confiando en que Él te sostendrá y cuidará el resultado. No te pierdas lo que Él desea hacer en ti y a través de ti. Adéntrate en las profundidades y suelta tus redes.
Señor, gracias por recordarme que la obediencia es la clave para la bendición. Incluso cuando Tus instrucciones no tengan sentido para mí, ayúdame a confiar en que Tú ves lo que yo no puedo. Dame valor para adentrarme en aguas profundas y fe para echar mis redes a Tu palabra. Enséñame a confiar en Tu sabiduría, no en la mía, y a dejar los resultados en Tus manos. En el nombre de Jesús, Amén.