“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros” (Juan 15:16-17)
Señor, gracias por conocerme, cambiarme y fortalecer mi carácter y mi fe cada día. Has elegido amarme y guiarme sin condiciones para siempre. Quiero ser digno de esa elección compartiendo ese amor con mis acciones y palabras a todos los que me rodean. En Tí puedo lograrlo. Amén.