Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración. (Romanos 12:12)
Señor, sin importar el tamaño de la dificultad que intente detener mi avance, confiaré en la promesa de que Tu compañía es constante, mucho más en la aflicción. Se que Tus ojos jamás se apartan de mi y del trayecto que debo seguir y también se que sacaré de cada una de estas pruebas que deba transitar, el aprendizaje para servirte de mejor forma y obedecer Tu voluntad.