Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11:1)
Señor, sé que la situación en la que me encuentro hoy y lo que en ella percibo, no es el resultado final de lo que esperas que yo obtenga. Dame la fe suficiente para reconocer, en la adversidad, que por detrás, sin que yo lo perciba o lo entienda a primera vista, estás trabajando por mi transformación, por mi crecimiento y por mi bien. Gracias Padre, por Tu compañía y presencia constante.