El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla. (Proverbios 15:18)
Señor, ayúdame a no echarle leña al fuego en ningún conflicto que pueda tener con los que me rodean. No quiero estar en una situación contenciosa con nadie. Capacítame para tener un corazón paciente y lleno de amor de modo que no me precipite a discutir con una persona o a perder la paciencia con alguien. Al contrario, hazme lento para la ira. Ayúdame a ser pacificador para que pueda alcanzar las bendiciones y la restauración que tienes para mí.