Señor, no puedo vivir sin la manifestación de tu presencia y de tu amor en mí todos los días. Siento tu presencia y tu amor, y sé que estoy recibiendo sanidad. Ayúdame a expresar la profundidad de mi amor por ti obedeciendo siempre tus mandamientos. Ayúdame a obedecer tus instrucciones perfectamente en todo momento. Ayúdame a adorarte con todo mi corazón de una forma que te agrade.
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. (Juan 14:21)