Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre,Hechos en verdad y en rectitud. (Salmos 111:7-8)
Señor, la historia está llena de ejemplos de personas que hicieron lo que les parecía correcto según su propio criterio: ¡con resultados catastróficos! Como ser imperfecto se no estoy exento de pecar y que el dejarme guiar por mi propio criterio siempre me llevará lejos de ti, la fuente de toda verdad. Enséñame a no emitir juicio sobre tus caminos al trazar los míos, sino que en todo camino pueda seguirte a ti. Ayúdame a seguir tus instrucciones, porque tu verdad perdurará para siempre.