Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.. (Salmos 23:4)
Señor fortaléceme y dame la confianza para no dudar en las pruebas, sino confiar en que ellas son un medio para crecer y consolidar mi carácter y mi fe en Ti.