Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia. En ti confiarán los que conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron. Salmos 9:9-10
La confianza no es un bien fácil de conseguir. Todavía nos encontramos reacios a depositar plenamente nuestra confianza en un Dios perfecto. El Señor es nuestro refugio, un lugar alto, fortaleza o lugar de seguridad. Cuando la opresión y los problemas golpean los niveles más bajos de tu vida, puedes confiar en que tu lugar de seguridad se encuentra en Dios.
El versículo 10, del noveno Salmo, es un clamor para los que conocen el nombre del Señor. Mi primera y más urgente pregunta para ti es: ¿Conoces el nombre del Señor? ¿Tienes una relación con Él? ¿Puedes llamarle tu Señor? ¿Puedes decir con sinceridad que ha habido un momento en tu vida en el que lo has entregado todo al Dios del cielo y has invocado el nombre del Señor para tu salvación?
Es posible que estés buscando conocer a Dios. Puede que desees y esperes sinceramente que estas cosas que el salmista ha escrito aquí sean verdad. Si has estado buscando, Dios puede ser buscado y encontrado. Si no tienes una relación personal con el Señor del universo y lo llamas tu Señor, ¡hoy tengo buenas noticias para ti! Puedes poner tu fe y confianza sólo en Jesucristo y ser parte de sus promesas. Si lo confiesas, Él será tu Dios.
Si eres una hermana creyente en Cristo, te animo a que pongas toda tu confianza en el Señor a pesar de la opresión o los problemas que veas a tu alrededor. Confía en Él como tu fortaleza, porque Él no te abandonará, no te dejará, ni te defraudasrá, jamás.
Señor, gracias por ser mi refugio y fortaleza en tiempos de angustia, y por recibirme a brazos abiertos, cuando me he alejado de los caminos o no he confiado lo suficiente en Tu fe para librarme. Gracias Padre por Tu amor, y Tu misericordia que me han hecho Tu hija amada. En El Nombre de Jesús, Amén.