Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. Zacarías 4:6
¿Está usted enfrentando lo que parece un obstáculo insuperable? Puede tratarse de un problema demasiado complejo para resolver, una tarea más allá de su capacidad, un pecado demasiado tentador para superar o una situación sobre la que no tiene control. Enfrentar tales cosas puede hacernos sentir débiles, indefensos y vulnerables. Pero recuerde que tenemos a Dios Todopoderoso, y que nada es demasiado difícil para Él.
¿Los obstáculos de tu vida que hoy enfrentas, parecen imposibles de franquear? podría hoy poner en riesgo Tu paz, un problema con el que llevas tiempo lidiando, un pecado que supone una tentación extremamente complicada de superar o una circunstancia apremiante que se ha escapado de Tu control, cuando antes podías manejarla. Esa incertidumbre, en algún momento de la vida tendremos que enfrentarla y para ello, el camino no es desmayar, sino recordar al Todopoderoso, hacedor de imposibles que se encuentra de nuestro lado, pronto y de brazos abiertos, para recibirnos y librarnos.
El episodio de hoy, en el pasaje bíblico citado, da cuenta de este grandioso poder que El Padre dispone para sus hijos. Zorobabel un líder judío que emprendió su retorno a Jerusalén acompañado, nada más y nada menos que por cincuenta mil compatriotas, fue capaz de librarse del dominio babilónico y reconstruir el templo aún cuando no hubo menos contratiempos luego de la liberación. El pueblo cayo en desánimo, por lo que El Señor hizo presencia y proporcionó a Zacarías una visión para devolverles la motivación. El mensaje fue contundente “no con ejército, ni con fuerza, sino con [su] Espíritu” (Zac 4.6).
Esa misma verdad, pronunciada en la antiguedad, no es menos válida hoy que en aquel tiempo. Todos los desafíos que hoy enfrentamos aún cuando parezcan ahondados valles de oscuridad, pueden sin duda, con la intervención de nuestro Padre, convertirse en montañas de bendición y de bien para nosotros. Por ello, no decaigas y confía en el poder del Espíritu Santo morando dentro de Ti, dispuesto para consolarte, entregarte gozo y paz, y llenarte de paciencia y perseverancia para superar cada prueba. La promesa de Dios del auxilio de Su Espíritu, está allí para ti, y el momento de reclamarla, es ahora.
Dios Te Bendiga.
Señor, dame la fortaleza para reclamar la promesa de consuelo, sabiduría, liberación y guía de Tu Espíritu en el momento en el que en las más duras pruebas toquen mi puerta. Junto a Ti sé que puedo superar cualquier dificultad. En El Nombre de Jesús, Amén.