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Mujer victoriosa #89: Resolver conflictos con la paz del Señor

Mujer victoriosa #89: Resolver conflictos con la paz del Señor

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse. Santiago 1:19

Una vez tuve una compañera de trabajo con el que no me llevaba bien. Creo que ambas queríamos llevarnos bien, pero debido a las diferencias de comunicación e incluso a la competitividad mutua, a menudo no lo conseguíamos. Llegó un momento en que empecé a evitar subirme al ascensor de la empresa con ella.

Finalmente, un día me dijo algo hiriente y me enfadé. Le respondí de forma poco amable y cortante. Aunque mi respuesta reflejaba cómo me sentía, no fue una buena respuesta y sólo empeoró nuestro conflicto.

Después de dos semanas más… finalmente llevé la situación a Jesús. Oré al respecto y le pedí que me hiciera lenta para hablar y rápida para escuchar, y que mis respuestas fueran cordiales.

Mientras continuaba orando sobre el conflicto, mis conversaciones con esa compañera de trabajo mejoraron. Cuando sentía que había sido afectada, expresaba mi punto de vista y lo hacía con amabilidad y caridad. Mis palabras empezaron a reflejar el amor de Jesús más que mis propios pensamientos.

¿Seguía habiendo tensión entre mi compañera de trabajo y yo? Ocasionalmente. Pero mis respuestas traían paz en lugar de avivar el fuego. Hablar con mayor amabilidad, en lugar de simplemente decir lo que pensaba añadió bondad a mi vida y a esta tensa relación.

La verdad es que no es sano huir y esconderse del conflicto o la tensión. Tampoco es sano expresar cada uno de nuestros pensamientos y hablar con dureza, aunque sea lo que sentimos. En lugar de eso, esforcémonos por hablar con amor por el poder del Espíritu Santo, pues sólo de esta forma, nuestras palabras reflejarán a Jesús y su amor.

Cuando hablamos de esta manera, nuestras palabras son:

Verdaderas (Juan 8:32).
Amables (Filipenses 4:5).
Fiables (Proverbios 16:24).
Sabias, con discernimiento y dominio propio (Proverbios 25:28).

Es mejor ser amable que justo. Es mejor buscar la santidad que buscar ser escuchado. A veces, hablar con amor significa tener ira justa, ser audaz y levantarse contra la injusticia. Pero incluso en esos momentos, podemos esforzarnos por discernir en oración.

Así que, cuando tengamos que responder a alguien a nuestro alrededor que no sea tan amable, a un ex amigo que ahora chismorrea sobre nosotros, o a nuestros propios hijos o familiares que por alguna razón no muestran una buena actitud, procuremos hablar con amor , pues trayendo la paz de Cristo a nuestras relaciones, aún no cambiando a aquellos que nos hirieron, nuestro corazón si lo hará, haciéndonos más aptas y preparadas para enfrentar cada nuevo reto de nuestras vidas.

Señor, ayúdame a ser lenta para la ira y rápida para mostrar Tu amor en todas mis relaciones. Recuérdame que mis palabras tienen el poder de herir a otros o de dirigir nuevos creyentes hacia Ti. Permite que mis palabras muestren bondad, amor, amabilidad y Tu bondad. En el Nombre de Jesús, Amén.

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Confía en DIOS 

"Se feliz, porque la piedra nunca es tan grande si confías en Dios, porque las injusticias acaban pagándose, porque el dolor se supera, porque el coraje te levanta, porque el miedo te fortalece, porque los errores te hacen aprender y porque nadie es perfecto. DIOS hoy, camina contigo. Feliz Día."

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