Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. Génesis 24:12
Génesis 24 cuenta una historia preciosa de cómo la fe y la acción decidida trabajan juntas. Abraham instruyó a su siervo Eliezer para que viajara a su tierra natal y encontrara una esposa adecuada para Isaac. Eliezer sabía lo que debía hacer, pero también reconoció sus propios límites. Antes de dar un solo paso, oró, pidiendo a Dios que guiara sus acciones y le concediera éxito.
Eliezer no confiaba solo en su propio juicio; sabía que necesitaba la dirección divina. Y pronto, Dios le respondió, guiándolo directamente a Rebeca, la esposa elegida de Isaac.
La verdadera alegría del viaje de Eliezer vino al ver la mano de Dios en cada detalle, al ver cómo todo encajaba de una manera que solo la dirección divina podía explicar. Esta misma bendición es la que Dios te ofrece hoy: vivir con la paz y la certeza de que Él está guiando tus pasos.
No dejes pasar otro día sin buscar Su dirección para tu vida. Pídele que te muestre Su plan, confía en Él para cada detalle y observa cómo Él te lleva al lugar que ha preparado para ti.
Señor, reconozco mi necesidad de Tu sabiduría en cada decisión que tome. Al igual que Eliezer, te pido que guíes mis pasos y concedas éxito a los planes que Tú apruebes. Muéstrame el camino a seguir y ayúdame a confiar en Ti con los detalles. Alinea mi corazón con Tu voluntad, para que mis acciones te traigan gloria. Guíame hoy hacia los propósitos que has preparado para mí. En el nombre de Jesús, Amén.