Y los entregó Jehová en manos de Israel, y los hirieron…hasta que no les dejaron ninguno. Josué 11:8
Afrontar los conflictos en nuestras vidas es una tarea tan agotadora, por lo cuál a menudo preferimos tomar el camino más fácil de la retirada y la huida. Nos cansamos de librar las mismas viejas batallas que siempre nos dejan agotados y sin esperanza, así que optamos por evitarlas, ignorando que ellas probablemente, no cesen del todo, y puedan en el futuro, seguir asaltándonos.
Ciertamente, este fue el caso de Israel. Cuando los espías informaron de que la tierra de Canaán estaba llena de gigantes, el pueblo se negó a enfrentarse a ellos y a tomar la tierra que Dios les había prometido. Como resultado, vagaron por el desierto durante cuarenta años más.
No seas como ellos. En lugar de eso, sé como Josué y Caleb, que confiaron en que el Señor les daría la victoria en todo aquello que les había sido puesto como futuro galardón. Y así fue. Al igual que Josué y Caleb, tu puedes enfrentar obstáculos abrumadores, ya sean espirituales, físicos, financieros o en tus relaciones, pero debes mirarlos a través de los ojos de la fe. Concéntrate en el poder de Dios más que en el tamaño de tu adversario. Sí, los gigantes son grandes. Son más poderosos que tú, pero el Señor siempre es más grande. Así que enfréntalos con la sabiduría y la fuerza de tu Salvador, y Él te llevará a triunfar sobre ellos, en todo momento y circunstancia.
Asi sea.
Señor, ayúdame a mirar mis luchas a través de los ojos de Tu poder y fortaleza. Cuando me enfrente a gigantes, ayúdame a confiar en que Tú eres más grande y que la victoria es posible a través de Ti. Dame la fe para resistir y confiar en Tu promesa. Guíame para que triunfe sobre los obstáculos de mi vida. En El Nombre de Jesús, Amén.
