Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen. Hebreos 5:8-9
El sufrimiento tiene un aspecto positivo. Todos soportamos el sufrimiento en algún grado, pero la buena noticia es que a través de ese sufrimiento, podemos llegar a ser como Jesús. ¿Estás dispuesto a pagar el precio que sea necesario para llegar a ser como Cristo? Hay cosas que Dios sólo puede construir en tu vida a través del sufrimiento. Quién más que Cristo, que estuvo completo sólo después de haber soportado el sufrimiento que Su Padre había puesto ante Él. Una vez que había sufrido, era el Salvador completo, maduro y perfecto a través del cual un mundo entero podía encontrar la salvación.
Si pierdes el control o caes en la ira o el mal humor por tus dificultades, cierras algunas partes de tu vida a Dios. Si haces esto, nunca estarás completa. Algunos lugares de tu alma sólo pueden ser alcanzados por el sufrimiento. El Espíritu de Dios tiene cosas importantes que enseñarte, pero sólo puedes aprender estas lecciones en medio de tus pruebas. El rey Saúl fue hecho rey sin haber pasado por dificultades, pero nunca desarrolló el carácter o la madurez para manejar la asignación de Dios. David pasó años de sufrimiento y angustia. Cuando finalmente ascendió al trono, era un hombre conforme al corazón de Dios.
No resientas el sufrimiento que Dios permite en tu vida. No tomes todas tus decisiones e inviertas todo lo que tienes en evitar las dificultades. Aprende a obedecer aunque el dolor llegue, porque de ese dolor, El Señor, con seguridad, tendrá una lección de bendición para Ti.
Dios Te Bendiga.
Señor, en tiempos de prueba, concédeme fortaleza y paciencia. Ayúdame a aceptar los desafíos de la vida como oportunidades de crecimiento. Que encuentre consuelo en Tu presencia y confíe en Tu plan. Permite que mi fe se profundice a través de la adversidad, y guíame para emerger más fuerte y resistente en Tu amor. Amén.