En Jehová he confiado. Salmos 11:1
Algunos días siento como si los cimientos de mi vida estuvieran siendo destruidos. Miro a mi alrededor y me pregunto cómo he llegado hasta aquí. Mi vida no es como debería ser. A veces siento que el enemigo me ha atrapado en un lugar en el que no debería estar.
Tal vez la política del momento te desanime. Tal vez te desespera la forma en que disminuye la moralidad a tu alrededor. Tal vez has sufrido una gran pérdida y ni siquiera puedes pensar con claridad. Te preguntas cómo volverá a ser normal la vida.
Los cristianos podemos responder de distintas maneras. Podemos preocuparnos y deprimirnos. Podemos rendirnos y dejar de intentarlo. Podemos quejarnos y volvernos indiferentes. O podemos seguir el ejemplo del salmista.
David afirma: «En Jehová he confiado» (v. 1). No son sólo palabras; son gritos que salen de lo más profundo de nuestras almas. Debemos apoyarnos en nuestra fe en Cristo incluso cuando no tenga sentido.
Aunque David estaba rodeado de enemigos, conocía a su Dios. Incluso afirmó: «Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro» (v. 7). David sabía que en medio de la crisis y el temor, Dios es justo y que Su justicia se daría a conocer. Los cimientos de David habían sido destruidos, pero él se apoyaba en la verdad del carácter de Su Señor.
¿Necesitas apoyarte en el fundamento de Cristo ahora mismo? ¿Qué cimientos en tu vida parecen estar a punto de quebrarse o tal vez ya se han quebrado? Ten presente que a Dios nunca lo sacuden las circunstancias de tu vida ni los desafíos de tu mundo.
Refúgiate en nuestro justo Señor como hizo el salmista David. La fe en Dios nos impide perder la esperanza. Dios es mucho más grande que cualquier enemigo o situación que parezca planeada por el enemigo para evitar que caminemos en victoria. Debido a Su justicia, somos victoriosos. No esperemos nuestro tiempo hasta la eternidad; caminemos en victoria hoy.
Señor, da solidez a aquellos fundamentos de mi vida que parecen estar quebrándose, y en los momentos de dificultad, recuérdame Tus promesas y Tu justicia perfecta para saber que pronto me devolverás al camino de la victoria. En El Nombre de Jesús, Amén.