Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. (Proverbios 23:7)
Dios quiere que tu tengas éxito en la vida cristiana. Él define el éxito como llegar a ser la persona que Él creó para que fueras y lograr las metas que Él ha establecido para tu vida (Efesios 2:10). Como puedes ver en el proverbio de hoy, el logro piadoso comienza con tu forma de pensar. Lo que crees de ti mismo influye en tus actitudes y acciones, tanto hacia El Señor como hacia los demás. Cuanto más dediques tu mente y tus pensamientos al Todopoderoso, más piadoso serás. Y cuanto más piadoso seas, más probable es que camines en el centro de la voluntad del Padre para ti.
Sin embargo, Colosenses 1:21 nos dice que antes de aceptar al Señor, estábamos alienados y éramos hostiles a sus cosas. En otras palabras, nuestras viejas formas de pensar no tienen ningún valor para ayudarnos a convertirnos en la persona que Dios quiere que seamos. Por eso, las Escrituras piden una renovación espiritual de nuestros pensamientos y nos instruyen sobre lo que debemos eliminar y lo que debemos añadir a nuestra mente (Efesios 4:22-32). Nuestros pensamientos terrenales deben ser sustituidos por la verdad de la Palabra mediante el constante estudio de las escrituras y su aplicación en nuestra vida.
Así que «poned la mira» en las cosas de arriba que son las que glorifican y agradan a Dios (Colosenses 3:2). Elige tener Su punto de vista y rechaza cualquier pensamiento que te lleve a conformarte con los caminos del mundo (Romanos 12:2). Porque cuando fijas tu atención en quién es el Señor, en Su plan para ti y en cómo agradarle, estarás en el camino hacia el verdadero éxito. Así que busca Su entendimiento. Considera cuidadosamente dónde está tu enfoque. Y confía en Él. Porque éste no es sólo el camino hacia el pensamiento correcto, sino el camino definitivo hacia una vida en Cristo, fructífera y triunfante.
Dios Te Bendiga.
Señor, quiero el éxito a Tu manera, y cómo Tú lo desees para mi. Ayúdame a pensar Tus pensamientos y a ver las cosas a la luz de Tu mirada para que pueda permanecer siempre en el camino de la victoria que has preparado para cada uno de Tus hijos. En El Nombre de Jesús, Amén