El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo. Proverbios 15:8
¿Te das cuenta del gozo que le traes a tu Padre celestial cuando te acercas a Su trono de gracia para conocerlo? A Él le encanta que vayas delante de Él para tener comunión, buscar Su ayuda y guía, y adorarlo. Tal vez nunca hayas pensado realmente en la oración desde Su punto de vista.
Por eso es tan importante que evalúes cómo ves la oración. ¿Es algo que haces apresuradamente por obligación, o realmente disfrutas conversando con Aquel que te ama incondicionalmente? ¿Te limitas a solo realizar peticiones? ¿O experimentas la presencia eterna del Dios vivo, que creó los cielos y la tierra, que ve lo que tú no puedes ver y que te guía perfectamente?
Hermano, y hermana que me lees, Acércate a Dios y Él se acercará a ti (Santiago 4:8). Busca el rostro del Dios amoroso al que sirves y profundiza en tu relación con Él. Tu tiempo en Su presencia puede purificar tu vida, llenarla de poder y darte un gozo indescriptible. Así que no te limites a cumplir con tus obligaciones. Experimenta plenamente a tu Redentor, Rey, Protector y Proveedor. Él te llenará de energía, te equipará para ayudar a los demás, te dará paz y te guiará con seguridad a través de las tormentas de la vida. Y no sólo eso, verás también que al final, todo ello, junto con tu acercamiento, traerá una insondable al corazón de tu Salvador.
Padre, quiero experimentar Tu presencia y conocerte mejor. Háblame, Señor. Revélate ante mí y te adoraré de todo corazón. En El Nombre de Jesús, Amén.