Devocional:
Aún antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará? (Isaías 43:13)
Dios es Quien tiene soberanía sobre todo, pues Él, es el Señor de todas las cosas; de lo que fue y de lo que es, y de lo que ha de venir. Soberanía significa prevalencia sobre todo lo de un determinado dominio y en el caso del Señor, es prevalencia sobre todo lo creado y lo que está por crearse, ayer, hoy y mañana. Y esa soberanía, es también reflejo de una voluntad, una voluntad, que está por encima de todas las cosas.
Dios es soberano y reina de forma absoluta desde antes de la fundación del mundo. Sin esta soberanía, no podría ejecutar toda Su plan sobre la humanidad, y esto lo hará sin obstáculos por toda la eternidad, después de todo, cuando actúa, ¿quién puede detenerle?
Por ello, anclados en la omnipotencia y omnipresencia, del buen y poderoso pastor que nos cuida y nos guía, encontremos la esperanza y fuerza al saber que nuestro Dios es más grande que cualquier problema al que nos enfrentemos. Él es quien obra a nuestro favor y quién tiene la última palabra.
Aplicando La Palabra
Confía en la soberanía de Dios:
》Entrega todo aquello que hagas a la voluntad de aquel que todo lo conoce y puede.
》Actúa con diligencia, dando siempre tu mejor esfuerzo, intentando hacer la mejor versión de Tu obra, y deja los resultados a la mano poderosa de Nuestro Señor, quién sabrá lo que más conviene.
》Mantén la esperanza y el contentamiento, aún en la derrota, pues, si has actuado con diligencia, dando lo mejor de Ti, no tienes nada que reprocharte y ten por seguro, que Tu Padre Celestial, ha visto y reconocido ese esfuerzo, y en Su soberanía, no te dejará caído.
Oración:
Señor, qué maravilloso y qué magnífico es tener un Dios soberano. No hay nadie que pueda asemejarse a Ti. Eres Tú, el único que puede declarar el fin desde el principio, y desde la antigüedad las cosas que aún no han sucedido. Por ello, ayúdame a confiar en Tu soberanía, y poner todas esas pesadas cargas que me afligen, en Tus manos poderosas que reinan, sobre todo y sobre todos. Ellas me librarán de caer y en Tus tiempos perfectos, pondrán en mi vida la victoria. Asi sea, En El Nombre de Jesús, Amén.