Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Salmos 118:6
Ayer reflexionamos sobre la ansiedad, y quizá pudiste identificar algunos miedos que han echado raíces en tu corazón. Hoy, el Señor quiere recordarte que Su poder sobrenatural puede liberarte completamente del temor si aplicas dos principios fundamentales: enfócate y ten fe.
Primero, enfócate. Debes concentrarte en lo que dice la Palabra de Dios. Cuando toda tu atención está en tus circunstancias, los problemas siempre parecen más grandes. Pero al meditar en las Escrituras, tu mente se centra en lo que el Señor puede hacer por ti, y tu perspectiva cambia. Entonces reconoces cuán grande, sabio y amoroso es Dios, y recuerdas cómo ha obrado fielmente en el pasado.
Segundo, ten fe. Cuando tu enfoque está en el lugar correcto, tu confianza en el Señor se fortalece. La fe es creer que “Dios existe, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). Esto implica dos cosas: primero, aceptar que Él es real; y segundo, estar convencido de que responderá de forma buena y perfecta.
Con un enfoque firme en la Palabra de Dios y una fe arraigada en Su presencia y poder, todos tus temores serán vencidos. Nada puede derrotarte cuando tu confianza está en Él.
Así que vuelve tu mirada al Señor, llénate de Su verdad y permite que Su amor perfecto expulse todo miedo. En Él hay libertad y seguridad absolutas.
Señor, gracias porque en Ti encuentro libertad del miedo. Ayúdame a mantener mi mirada en Tu Palabra y a fortalecer mi fe en Tu poder. Que cada día confíe más en Ti, sabiendo que estás conmigo y que nada puede separarme de Tu amor. En el Nombre de Jesús, Amén.
