Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Romanos 15:2
«¡Mira eso!» El relojero que reparaba el viejo reloj del abuelo señaló con la luz de su linterna una fina marca grabada en el interior. «Otro relojero podría haber puesto esa marca hace casi un siglo», dijo. «Se llama ‘marca testigo’, y me ayuda a saber cómo restaurar este mecanismo», concluyó. Antes de que existieran los boletines técnicos y los manuales de reparación, las «marcas testigo» se utilizaban para ayudar en futuras reparaciones o alineaciones de precisión. Eran algo más que recordatorios para ahorrar tiempo de reparación. A menudo, se dejaban para ayudar a la siguiente persona que viniera a rehacer una reparación.
La Biblia nos anima a dejar «marcas de testimonio» mientras servimos a Dios y a los demás en este mundo caído. Pablo escribió a la iglesia de Roma: «Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.» (Romanos 15:2). Este es el ejemplo de nuestro Dios: «que concede paciencia y consolación» (v.5). Se trata de ser un buen ciudadano de la tierra y del cielo.
Nuestras «señales de testimonio» pueden parecer pequeñas, pero pueden marcar una diferencia importante en la vida de alguien. Una palabra edificante, una donación económica a alguien necesitado y un oído atento son gestos de bondad que pueden tener un impacto duradero. ¡Que Dios te ayude a ser testigo de su presencia en la vida de alguien hoy!
- Reflexiona y ora conmigo
¿Qué «marcas de testimonio» han dejado otras personas en tu vida para animarte?
Padre Celestial, ayúdanos a tomar una PAUSA antes de reaccionar. Ayúdanos a refrenar nuestros temperamentos para que hablemos palabras de amor y paz. En el Nombre de Jesús, Amén.
