Y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:16
El poder de la oración: estas palabras nos resultan familiares, pero a veces olvidamos lo que significan. La oración nos ayuda a encontrar fuerzas para hoy y esperanza para el futuro. La oración no es algo que deba tomarse a la ligera. Dios nos dice en 1 Tesalonicenses 5 que oremos continuamente. Es una herramienta poderosa para comunicarnos con nuestro Creador, una oportunidad para estar en comunión con el Dador de todos los dones.
La calidad de tu vida espiritual será directamente proporcional a la calidad de tu vida de oración. Así que hoy, en lugar de darle vueltas a las cosas en tu mente, dáselas a Dios en oración. En lugar de preocuparte por tu próxima decisión, pídele a Dios que te guíe. Ora constantemente y sin cesar sobre las cosas grandes y pequeñas que hoy están formando parte de tu vida. Dios siempre está escuchando, y quiere oírte ahora.
Recuerda que La oración tiene la capacidad de transformar nuestra perspectiva, calmar nuestras ansiedades y alinear nuestra voluntad con el plan perfecto de Dios. Al cultivar el hábito de la oración continua, nos abrimos a una relación más profunda con nuestro Padre de los Cielos, permitiendo que su sabiduría y su paz se hagan presentes en todos los aspectos de nuestra vida. Comprometámonos a hacer de la oración nuestro primer recurso, no el último, confiando en que nuestro fiel Dios escucha cada susurro de nuestros corazones.
Señor, gracias porque fielmente escuchas mi oración y dispones para mi vida, en tus tiempos perfectos, todo aquello que realmente necesito para cumplir la voluntad que has diseñado para mi. Permíteme Padre, fortalecer mi vida de oración para buscarte siempre a Ti en primer lugar, y disfrutar del gozo y la paz que sólo viene de estar constantemente en Tu maravillosa presencia. En El Nombre de Jesús, Amén.