Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda. Proverbios 25:28
Habrá momentos en tu vida en los que experimentes sentimientos negativos que no puedas explicar. Sí, puede que te enfrentes a circunstancias difíciles, pero no justifican las emociones que experimentas. Sin embargo, por mucho que lo intentes, no puedes precisar el origen de tu desesperación ni por qué pensamientos impíos inundan tu mente. Lo único que sabes es que algo va mal. Parece como si te estuviera atacando algún enemigo invisible, convenciéndote encubiertamente de que te rindas.
Amigo y amiga, anímate. En efecto, estás librando una batalla espiritual invisible. Efesios 6:12 explica: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Estos enemigos libran una guerra contra tu espíritu contradiciendo la verdad de Dios y la esperanza que te ofrece. Poco a poco, van minando lo que sabes que es verdad para llevarte a la perdición.
Por eso el proverbio de hoy enseña que una persona que no controla su espíritu es como una ciudad sin defensas. Tienes elección sobre lo que vas a creer, sobre lo que permites que influya en tu espíritu. Pero si te niegas a adoptar una postura, te enfrentarás continuamente a la derrota. Entonces, ¿qué puedes hacer para reclamar la victoria? Segunda de Corintios 10:5 amonesta: “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”. En otras palabras, toma el control de esta batalla espiritual afirmando la verdad de las Escrituras y aplicando la sabiduría que el Señor te ha entregado de Sus escrituras. El éxito es tuyo. Reclámalo hoy en el nombre de Jesús.
Padre, protégeme con Tu verdad. Derriba las mentiras del enemigo y guíame hacia las Escrituras con las que librar esta batalla. Gracias porque soy más que vencedor por medio de Cristo. Amén.