Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es. Éxodo 34:14
Varias veces a lo largo del Antiguo Testamento, el Señor se refiere a Sí mismo como un Dios celoso por tu amor y atención. Esto no significa que Dios sea mezquino o egoísta, ni que quiera quedárselo todo para Él, como algunos podrían pensar. En cambio, Su celo significa que no quiere que des la atención y adoración de tu corazón a nadie más. Dios no desea que nada —incluyendo tu carrera, metas, relaciones o sueños— tenga más influencia en tu vida que Él. Quiere que acudas a Él primero y sobre todo por toda tu provisión, valor, seguridad y bienestar. Cuando enfrentas desafíos o necesidades, quiere ser el primero a quien acudas por consejo, consuelo y soluciones.
Así que considera: ¿Estás acudiendo a Dios primero cuando necesitas ayuda, o es tu último recurso? Dios te ama y te diseñó para encontrar plena satisfacción en una relación con Él. Ninguna otra persona o cosa puede satisfacer el anhelo interior que Él colocó dentro de ti. Así que ve a Él primero y encuentra aquello que tu corazón anhela.
Señor amado, enséñame a buscarte siempre primero, antes que a cualquier otra cosa o persona. Ordena mis prioridades y purifica mi corazón para que encuentre en Ti todo lo que necesito. Ayúdame a confiar plenamente en tu provisión, tu guía y tu amor. Que mi vida refleje que Tú eres mi mayor tesoro. En El Nombre de Jesús, Amén.