E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. Mateo 28:7
Dios nos ha dado poder de resurrección para superar cualquier derrota aparente. Pero eso es tan fácil de olvidar, ¿verdad? Después de todo, los discípulos habían presenciado la resurrección de Lázaro poco antes de que Jesús fuera crucificado, y aun así se derrumbaron cuando lo vieron en la cruz. Sin embargo, imagina cuánto más fáciles habrían sido los tres días entre la crucifixión y la resurrección si en lugar de preguntarse: «¿Qué vamos a hacer ahora?», simplemente se hubieran preguntado: «¿Qué quiere Dios que aprendamos con esto?». Tal vez habrían recordado las palabras de Jesús cuando Lázaro salió de la tumba: «Yo soy la resurrección y la vida… Si creéis, veréis la gloria de Dios» (Juan 11:25, 40). O tal vez habrían recordado cuando les dijo que resucitaría al tercer día (Mateo 16:21).
Hay tantas cosas que aprenderás y tanto consuelo recibirás si confías en Dios, obedeces Sus instrucciones y esperas a que Él actúe, especialmente cuando las cosas están en su peor momento. Mantén tu corazón abierto y dispuesto a aprender cada vez que enfrentes decepciones, y enfócate firmemente en Jesús. Porque en Su economía, la resurrección sigue a la crucifixión.
Señor, cuando me enfrente a dificultades, ayúdame a recordar que Tú siempre estás trabajando, incluso en los momentos más difíciles. Dame fe para confiar en Tu plan y esperar pacientemente a que Tu poder de resurrección se mueva en mi vida. Ayúdame a mantener mi enfoque en Ti, sabiendo que Tú traerás la verdadera gloria a través de cada prueba que enfrente en mi vida. En El Nombre de Jesús, Amén.