Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Juan 4:14
El verdadero contentamiento viene determinado por nuestra actitud y nuestras respuestas, más que por nuestras circunstancias. Y como Pablo había aprendido este secreto, era capaz de experimentar alegría y paz en cualquier tipo de situación.
El apóstol comprendió lo que significaba vivir en Cristo y que Cristo viviera en él (Juan 15:1-9; Gálatas 5:22-23). Sabía que el tesoro que poseía en su interior nunca podría ser robado. Y eso dio a Pablo confianza en su identidad como hijo de Dios, con pleno acceso a la vida abundante que Jesús ofrece.
Quiero retarte: Esta semana, cuando algo amenace con robarte tu satisfacción, elige apoyarte en Dios. Cuando te encuentres ansioso o enfadado, para y di: “Señor, Tú eres mi fuente. Concédeme la capacidad de ser amable, para encontrar el perdón que necesito extender y el amor que necesito expresar”.
Observa y verás cómo Dios apacigua tu espíritu y te brinda confianza cuando recurres a Él como tu fuente. Te sorprenderá tu propia actitud: Cuando respondas desde dentro -en lugar de hacerlo desde la carne-, Jesús te conducirá a la satisfacción genuina.
Señor, en ti encuentro mi contentamiento y confianza en toda circunstancia. Aunque los tiempos sean difíciles, sé que tú eres mi fortaleza y mi refugio seguro. Mi corazón se regocija en tu amor eterno. En ti encuentro paz y serenidad. Gracias por sostenerme y bendecirme siempre. En El Nombre de Jesús, Amén.