Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto. Proverbios 4:18
Algunos días pueden parecer muy oscuros. No puedes ver el camino que tienes por delante. Lo único que puedes hacer es poner tu mano en la de Dios y confiar en que tu Padre celestial te guía en la dirección correcta. Ésta es la esencia de la fe. El Señor te pide que confíes aunque no veas. Como dice Romanos 8:24: “Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?”.
Así, el Padre te pide que sigas a ciegas por un camino desconocido. Se asegura de que no puedas manejarlo con tus fuerzas y sabiduría, porque si pudieras, no sería un paso de fe para ti y no tendría potencial para revelar Su carácter, amor, poder y sabiduría. Por supuesto, en esos momentos, puede que desees superar la incertidumbre que sientes encontrando tu propio camino. Pero comprende que sólo Dios puede ofrecerte la verdadera luz. Cuando combates la oscuridad con más oscuridad, lo único que consigues son problemas y desesperación.
Pero la buena noticia es que el Padre promete iluminar el camino. Dice: “Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.” (Isaías 42:16). No se trata sólo del camino que tienes por delante, sino también de las profundas realidades espirituales que afectan a tu vida. Y aún mejor, Él hará de ti una luz para los demás. Como dice Daniel 12:3: “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”.
Amigo, el Padre te está guiando brillantemente. Así que, cuando la oscuridad te parezca abrumadora, agarra Su mano con fuerza. Él será tu luz y no tendrás nada que temer.
Señor, Tú haces bien todas las cosas. Sé que sólo puedo ver paso a paso ante mí porque Tú estás acrecentando mi fe. Ayúdame a honrarte y a confiar en Tu poder pase lo que pase. En El Nombre de Jesús, Amén.
