Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? Lucas 24:32
Jesús se une a los que le buscan fervientemente. Dos hombres subían por el camino de Emaús, comentando los confusos acontecimientos que acababan de producirse en Jerusalén. Creían haber comprendido los acontecimientos de su tiempo, pero la muerte de Jesús les había dejado desorientados respecto a Dios y a Su actividad en su mundo. Esperaban que Jesús fuera el Mesías, pero su muerte los había dejado perplejos y desanimados. Necesitaban respuestas.
Dios lee el corazón y conoce la búsqueda honesta de Su voluntad por parte de Sus hijos. Cristo se acercó a estos hombres, caminó con ellos y les abrió la mente a lo que las Escrituras decían sobre Él y sobre los acontecimientos de su tiempo. Mientras Jesús hablaba, sus corazones ardían dentro de ellos. Al escuchar a Jesús relacionar las Escrituras con lo que estaban viviendo, supieron en su corazón que estaban escuchando la verdad de Dios. Sus dudas se desvanecieron, les invadió la emoción y corrieron a compartir la verdad con sus amigos.
Si en algún momento te sientes desconcertado por las circunstancias de tu vida, El Señor, sin dudas puede ayudarte a reorientar Tu camino hacia Él a través de las Escrituras, tal como lo hizo con estos dos hombres. Desde tu perspectiva humana, la situación puede ser confusa y desalentadora. Se necesita la presencia de Cristo para abrir tus ojos a la verdad de las Escrituras. ¿Te han confundido tus circunstancias? Necesitas que Jesús te dé Su perspectiva, la visión perfecta hallada en Su Santas Palabras. Una vez que hayas escuchado de Él, serás como estos dos hombres: invadido por la felicidad de unirte a Dios en lo que Él está haciendo a tu alrededor y deseoso de incluir a otros en esta maravillosa experiencia.
Señor, revélame Tu visión, cuando las batallas de la vida me hagan caer en la desesperanza o el miedo a lo que pueda pasar. Que mi corazón se encienda con la confianza de saber, que si camino de Tu mano, todo obrará para bien en mi vida, conforme a Tu voluntad. En El Nombre de Jesús, Amén.
