Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Juan 15:11
Dios nos da este día, lo llena de posibilidades y nos desafía a utilizarlo para Sus propósitos. Hoy, como cualquier otro día, es motivo de celebración. Este día se nos presenta fresco y limpio, gratuito, pero debemos recordar que el día de hoy es un recurso no renovable: una vez que se acaba, lo que en él ha ocurrido será sólo un recuerdo. Nuestra responsabilidad es utilizar este día al servicio de Dios y de acuerdo con Su voluntad.
Atesora el día que El Señor te ha dado. Dale la gloria, la alabanza y el agradecimiento que se merece. Y busca las posibilidades ocultas que Dios ha puesto en tu camino. El día de hoy es un regalo que no tiene precio, así que utilízalo con alegría y anima a los demás a hacer lo mismo. Al fin y al cabo, como nos dice el Salmo 118, éste es el día que ha hecho el Señor. Alegraos y regocijaos en él.
Por ello, mientras atravesamos las bendiciones y los desafíos de este día, recordemos siempre que cada momento es una oportunidad para acercarnos más a Dios y reflejar su amor y su gracia. Al vivir cada día con gratitud y propósito, honramos al Creador que nos ha concedido el don del tiempo. Que encontremos gozo en Su presencia y paz en Sus promesas, sabiendo que Él está con nosotros en cada paso que damos.
Padre Celestial, vengo ante Ti con el corazón lleno de gratitud por la alegría y la paz que me has concedido. Gracias por el regalo de este día y por las innumerables bendiciones que vienen con él. Ayúdame a vivir cada momento a Tu servicio, aprovechando las oportunidades que me brindas. Lléname de Tu alegría y haz que Tu paz reine en mi corazón. Guíame para usar este día para Tu gloria y para difundir Tu amor a los que me rodean. Te lo pido, En El nombre de Jesús. Amén.