Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría, y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Proverbios 4:7
A lo largo de la Escritura, obtener sabiduría se presenta como un viaje: una búsqueda que dura toda la vida y que nos mantiene en el camino correcto. Al buscarla, la sabiduría te conduce a una comprensión más profunda y a un mayor conocimiento del carácter y los caminos de Dios. Pero este viaje comienza con la reverencia al Señor, pues “el temor de Jehová es el principio de la sabiduría”. No es posible hallar la verdadera sabiduría sin reconocer primero que Dios es su Creador, su Fuente y su máxima medida.
La maravillosa verdad es que cuando le pides al Señor Su perspectiva sobre los asuntos que te preocupan, Él siempre está dispuesto a revelártela. Su deseo es que camines a Su paso; por eso, cuando buscas Su dirección, puedes confiar en que responderá. La clave está en escuchar. La sabiduría no se descubre con prisas ni con razonamientos, sino con una atención humilde a la voz de Dios.
Cuando el Señor observa tu vida, ve todos los caminos posibles y sabe exactamente cuál de ellos te llevará a lo mejor que Él tiene para ti. No quiere que te conformes con lo que solo es bueno; quiere que experimentes Su mejor. Así que sigue buscando Su sabiduría: es más valiosa que las piedras preciosas, y nada de lo que desees puede compararse con ella (Proverbios 8:11).
Señor, dame un corazón que anhele Tu sabiduría por encima de todo. Enséñame a escuchar Tu voz y a caminar con entendimiento. Ayúdame a valorar Tu guía más que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecerme, y condúceme siempre por el camino que Te agrada. En El Nombre de Jesús, Amén.