Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. Éxodo 14:15
Hijo mío, hay un tiempo para esperar y un tiempo para actuar. Yo mismo he establecido momentos señalados para todas las cosas (Eclesiastés 3:1), y en tu caminar conmigo aprenderás a reconocerlos. Como hice con Israel junto al Mar Rojo, también en tu vida llegará el momento en que, después de buscarme, ya no será tiempo de seguir orando por la misma respuesta, sino de avanzar por el camino que te he abierto.
¿Te preguntas cuándo es el momento de moverte? Siempre debes empezar buscando mi rostro: ora, examina Mi Palabra, escucha consejo sabio, somete tu corazón a Mí. Pero cuando hayas hecho todo eso y todavía el camino se mantenga delante de ti, entonces da el paso. No temas. Si yo he dispuesto el camino, también iré contigo.
Confía en que conozco el futuro, incluso cuando tú no lo ves. Yo soy tu guía fiel. No te llevaré por caminos de confusión ni de pérdida. Avanza cuando te lo indique, aunque tus pies tiemblen, porque Mi fidelidad te sostendrá.
Jesús, gracias por hablarme y recordarme que hay un tiempo para orar y un tiempo para actuar. Ayúdame a confiar en Tu guía y a discernir Tu voz cuando me llames a avanzar. Dame valentía cuando me pidas dar un paso de fe, y la seguridad de que Tú ya has preparado el camino. Que nunca me quede paralizado por el miedo, sino que camine contigo con confianza, sabiendo que Tú me llevas de la mano. En Tu nombre oro, Amén.
