Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. Hechos 4:13
Llenos del Espíritu Santo, Pedro y Juan habían estado ministrando poderosamente, proclamando la muerte y resurrección de Cristo. Obviamente, Dios estaba obrando a través de ellos, porque miles de almas se habían salvado y añadido al incipiente grupo de cristianos. Sin embargo, esto inquietó a los dirigentes religiosos judíos, que arrestaron a Pedro y a Juan y los interrogaron sobre su obra.
Tal vez pueda imaginarse a Pedro y Juan -dos rudos e incultos pescadores- ante una sala llena de influyentes líderes religiosos altamente educados. Tenían mucho espacio para sentirse inadecuados. Sin embargo, dieron testimonio de Jesús con fuerza, y el Señor brilló a través de ellos. Salieron del consejo asombrados por el poder de su mensaje. Y todo porque habían estado con Jesús.
El principio que vemos aquí sigue siendo válido hoy en día. Cuando hacemos del tiempo a solas con Cristo una prioridad, afecta a todas y cada una de las facetas de nuestra vida. De hecho, es la comunión que tenemos con Jesús -meditando en Su Palabra y buscando Su rostro- lo que establece nuestra fecundidad e influencia en el reino. No hay nada que nos fortalezca o nos eleve más que pasar tiempo con Él.
Señor, ayúdame a priorizar mi tiempo contigo, sabiendo que es en Tu presencia que soy fortalecido, empoderado y equipado para el trabajo al que me has llamado. Que Tu Espíritu me guíe y que siempre sea un reflejo de Tu amor y Tu verdad. Gracias por darme el poder de ser testigo Tuyo en este mundo. En El Nombre de Jesús, Amén.
Señor, vengo a Ti tal cuál como soy, sabiendo que me amas incondicionalmente. Ayúdame a ser abierto y sincero en Tu presencia, sin ocultar mis luchas ni mis fracasos. Confío en que Tú eres el único que tiene las respuestas adecuadas para mí. Enséñame a entregarte cada parte de mi vida, sin temor ni vacilación. Gracias por Tu gracia y amor infinitos. En El Nombre de Jesús, Amén.