Versículo:
Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. (2 Corintios 3:17-18)
Comentario:
Una vida de libertad espiritual es algo que se renueva cada día y no permanece estático, si no, no sería libertad
La idea del texto bíblico es reconfortarnos con la certeza de que Dios nos está moldeando y refinando nuestras mentes para entender su voluntad cada día, a través de su palabra.
El Señor desea que nuestra relación con Él sea comprometida y con una dirección y sentido conforme a lo que espera de nosotros, y no una relación con un siervo que vaya errante de un lado a otro sin seguir Su voluntad.
¡Dios es Espíritu! Y Él se relaciona espiritualmente con aquellos que lo buscan, y más, da entendimiento capaz de liberarnos de cualquier trampa o cautiverio, si tan sólo lo conocemos más de cerca e íntimamente.
Cuando esto sucede, por nuestra voluntad y búsqueda, nada está tan oscurecido u oculto como para esclavizarnos, somos renovados y transformados por Su verdad, y “brillamos” con Su gloria (presencia) en nosotros.
Oración:
Señor, dame la disciplina y la atención necesaria para oirte verdaderamente, y saber lo que deseas de mi. Asimismo, concédeme la sabiduría para una vez que entienda Tu voluntad, pueda cada día trabajar en la transformación que me lleve a ella, siempre guiado de Tu mano y sostenido en Tu amor incondicional.