Versículo:
Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. (Salmos 119:73)
Comentario:
¡Realmente no es fácil entender los planes de Dios!
Esta declaración seguramente encontrará eco en los corazones y las mentes de muchos de nuestros amigos y hermanos. Pero no es el fin de la búsqueda de la voluntad de Dios, al contrario, puede convertirse en una motivación interior para el individuo en la búsqueda de una verdadera relación con el Señor.
Es un hecho que la mayoría de las religiones, las iglesias, los líderes religiosos que predican el Evangelio ya han caído en el descrédito y ya no impactan a la gente con sus mensajes. Pero el mensaje de Dios no es el de las instituciones y sus portavoces, sino el de Él mismo.
Corresponde a los predicadores motivar e inquietar a sus oyentes en la búsqueda del conocimiento de Dios. Y el primer paso, seguro, es que la persona reconozca que el Señor tiene una importancia fundamental en su existencia, ya que es el creador y hacedor de todo lo que hay en ella.
Esto es lo que el salmista alabó en el verso anterior. A partir de ese paso, hizo lo que nosotros también deberíamos hacer: “pidió ayuda a Dios mismo para conocerle de verdad”.
No pierda tiempo, dé el primer paso.
Cuando seas capaz de reconocer la grandeza de Dios en tu vida, Él abrirá tu entendimiento para que lo conozcas más y más cada día.
Oración:
Señor, abre mi entendimiento para conocerte cada día más y experimentar Tu grandeza y poder en cada paso que doy. Amén