Versículo:
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. (Salmos 34:18)
Comentario:
Continuando con lo que ya había declarado en el versículo 17, el salmista ahora profundiza aún más la idea de la presencia de Dios en nuestras vidas, a través de un sentimiento de entrega y confianza en Él.
Su declaración ahora es que al renunciar a nuestra arrogancia y orgullo humano, somos capaces de preparar un ambiente adecuado para acercarnos al Señor.
Muchas personas afirman que no entienden esto de “oír” o “sentir” la presencia de Dios en sus vidas; terminan clasificando esta situación como fanatismo o ignorancia de los que sirven al Señor y son testigos de cómo Él actúa en sus vidas.
Pero esta posición es común, ya que proviene de un corazón que necesita ser “quebrantado” por la acción de Dios para recibir de Él el toque que supera la arrogancia y produce arrepentimiento (cambio de opinión).
Un corazón “quebrantado” generará una cercanía con Dios! “Cercano es el Señor”, antes de ser una alusión a una futura actitud de Dios es un testimonio real de quien ya la ha vivido; y más aún, el salmista declara que tal cercanía rescata al siervo de una situación adversa.
Afirma que el Señor “salva” (aquí en el sentido de libertad de una condición peligrosa) a quien está quebrantado ante Él y no se queda solo y perdido.
Oración:
Señor, quiero abrir mi corazón para recibirte y que sea constante Tu presencia en mi vida.