Versículo:
Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad. (Salmos 103:21)
Comentario:
¡Dios es bendecido por su pueblo y sus siervos!
El salmista convoca a los que tenían la responsabilidad de promover las ordenanzas del Señor al pueblo; sus siervos y ministros son llamados a “bendecirlo”.
Bendecir al Señor es declarar el gozo de tenerlo como sustentador y guía de la vida; ¿quién mejor para hacer esta declaración que sus siervos y su pueblo? Gente que podría manifestar con su propia vida la acción de Dios como el que está por encima de todo y de todos.
“… que haceis su voluntad” (consentimiento; aprobación) el placer y los proyectos de Dios no pueden ser interrumpidos o cancelados por acciones o voluntades humanas; por lo tanto, no es el Señor quien responde a nosotros los hombres, sino nosotros a Él, y necesitamos someternos a esta condición.
El punto es que necesitamos buscar aprender cada día, a vivir la verdadera adoración, la del reconocimiento del Señor como nuestro eterno Pastor; esa adoración es el máximo fruto de una conciencia de fe.
Oración:
Señor, Ayúdame a cumplir con mi vida todos Tus planes y así hacerme ministro y testimonio de Tu voluntad.