“No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre” (1 Juan 2:15)
Señor, líbrame de la tentación cuando me sienta atraído por las cosas del mundo. Ayúdame a mantener los ojos firmes en Ti y el camino que me has trazado. Que Tu amor Padre, permanezca siempre en mí, de manera que pueda amarte por encima de todas las cosas. Amén.