Escucha:
Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido. (Salmos 55:22)
Piensa:
Nuestra seguridad no está en lo sabio, valiente, rico o fuerte que seamos, sino en entender y conocer al Dios en quien hemos confiado. Está bien conocernos a nosotros mismos y saber cuáles son nuestras fortalezas y debilidades; pero aún el mejor boxeador del mundo puede ser derribado por un golpe de suerte de un peleador más débil, el hombre más inteligente pudiera errar en sus cálculos y las riquezas pueden evaporarse de la noche a la mañana por el colapso del sistema financiero.
Por ello es importante entender el significado del versículo de hoy, el nos menciona: Dios quiere hacer un intercambio contigo Él quiere que eches sobre Él tu carga, problemas y fracasos y en retorno, Él te dará Su paz y alegría.
Dios realmente quiere cuidarnos, pero para dejarlo a Él que lo haga, tenemos que parar de intentar de cuidarnos a nosotros mismos y preocuparnos sobre cada pequeña cosa que no podemos controlar. Mucha gente quisiera que Dios cuide de ellos, pero insisten en preocuparse o intentan descifrar una respuesta por sí mismos, en lugar de esperar la dirección de Dios.
Dios nos dará paz, pero primero debemos darle a Él nuestras preocupaciones. ¡Qué gran intercambio! Le damos a Dios nuestra preocupación, y Él nos da Su paz. Le damos todas nuestras cargas y preocupaciones, y Él nos da Su protección, estabilidad y alegría. Esa es la increíble bendición y privilegio de ser cuidado por Él.
Ora:
Señor, me has ofrecido un intercambio maravilloso. Tu eres mucho más capaz que yo, ¡así que te doy todas mis cargas y recibo toda la paz y la alegría que Tú me ofreces! Amén.