Escucha:
“¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?” (Mateo 24:45)
Piensa:
La Palabra nos dice que Dios muestra Su poder a favor de los que tienen un corazón “perfecto” para con Él (2 Crónicas 16:9). El término “perfecto”, no significa que debemos hacer todo a la perfección y vivir sin cometer errores. Gracias a Dios no es así. Perfecto significa: “dedicado —un corazón consagrado, dedicado, leal y fiel a Dios—”.
Los errores que cometamos no evitarán que Dios obre en nuestra vida. Sólo nuestra falta de fidelidad puede impedir que Él actúe a nuestro favor.
¿Quién es fiel? El que invierte su tiempo haciendo lo que Dios lo ha llamado a hacer. Como Jesús lo describe: el que toma su cruz y le sigue. El que rechaza sus deseos carnales e invierte su vida en las cosas que Dios desea que haga.
Quizás Dios haya estado exhortándote a que pases más tiempo en Su Palabra y en oración, o que ministres más a las personas que te rodean.
Determina hoy a ser un siervo fiel y prudente. Examina las cosas que te están absorbiendo el tiempo del Señor. Pon los intereses del Señor antes que los tuyos.
¿Quieres ser un líder en la casa de Dios? ¿Quieres que Él muestre Su poder a favor tuyo? Entonces has suyos los pensamientos, los propósitos y los planes de Jesús. ¡Es hora de ser fiel!
Ora:
Señor, guíame cada día en la batalla por conquistar esa nueva creación, alejada del pecado, a la que me has llamado a ser. Dame fortaleza, para negarme a ser ese que se aleja de tus sendas, y dame sabiduría para volverme a Tu palabra y encontrar en ella, la gracia de Tu presencia. Amén