Escucha:
“Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada” (1 Tesalonicenses 1:8)
Piensa:
Siempre he creído que Dios ha puesto en cada uno de nosotros, un mensaje que transmitir. Ese mensaje a lo largo de nuestras vidas se ha configurado por medio de las batallas que hemos librado y que hemos vencido en el nombre del Señor.
Dios quiere que ese mensaje sea transmitido. Tal como lo menciona la palabra en 1 Juan 5:10: “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo;”. Es decir, nosotros somos testigos a través de nuestros testimonios de que nuestra Fe en Dios es lo que nos ha permitido sobrellevar las cargas más duras y mantener la serenidad en los momentos de mayor regocijo. Somos prueba de que en Cristo todo es posible.
Para difundir el mensaje no es necesario, ser expertos ni tener respuesta a todas las preguntas, solo basta con transmitir el cambio que hemos experimentado a partir de la obra que Cristo ha hecho en nosotros, utilizando como instrumento y guía su palabra, que de seguro fue la luz al final del túnel al presentarnos sus poderosas lecciones de vida: como levantarnos del error (Salmos 52) nuestra actitud en la escasez (Filipensenses 4:11-13), como sobreponernos en momentos de angustia (2 Corintios 1:4-10), la importancia de la paciencia (Salmos 40) y en cada una de nuestras realidades, muchas lecciones más.
En la medida en que dependemos del poder de Dios, para cumplir nuestra misión de vida, somos capaces de indicarle a un mundo que hoy sufre, el camino a seguir. Con su ayuda podemos testificar y con ello dar fe, del poder transformador de su presencia en nuestras vidas.
Ora:
Señor, te doy gracias, porque soy testimonio vivo de tu obra y poder transformador. Guíame a transmitir con serenidad y sabiduría, las grandes lecciones que a traves de tu palabra me has heredado, porque son ellas las que dia a día me muestran el camino a seguir. Amén.