Escucha:
“De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. Señor, oye mi voz. Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica” (Salmos 130:1-2)
Piensa:
El momento oportuno es muy importante en los negocios, la ciencia y los deportes. Es también esencial en la vida del creyente, a fin de ceñirnos a las instrucciones de Dios de acuerdo con su plan y en su tiempo.
En el reino de Dios, esperar significa buscar más dirección del Señor mientras estamos en nuestras circunstancias presentes. Incluye tanto una actitud de expectativa —“Señor, ¿qué quieres que haga?”— como una de buena disposición: “Señor, estoy dispuesto a hacer lo que me pidas”. Es lo más sabio que podemos hacer, porque …
Recibiremos dirección. Con frecuencia tomamos decisiones basadas en la influencia de nuestros amigos o nuestra sociedad. Pero Dios es la única fuente de verdadera sabiduría. Él sabe todas las cosas, y nos responde basándose en su comprensión perfecta. Él está dispuesto a darnos dirección clara en todas las decisiones que debamos tomar, ya sean grandes o pequeñas, pues quiere lo mejor para nosotros (Sal 32.8).
Estaremos dentro de su plan. Dios también utilizará el tiempo de espera para ceñirnos a su tiempo perfecto. Para otros, puede parecer que estemos retardando la acción innecesariamente. Pero saber que estamos caminando en armonía con los planes de Dios, traerá su paz a nuestros corazones.
Estaremos preparados para su respuesta y para proceder. Dios puede usar un tiempo de espera para ayudarnos a reconocer una motivación incorrecta o un pecado, y para robustecer nuestra fe.
Actuar con sabiduría comienza con escuchar al Señor. ¿Cuándo fue la última vez que usted esperó para recibir dirección de Dios?
Ora:
Señor, me pongo en tus manos, quiero revisar mi vida, descubrir en qué tengo que cambiar, afianzar lo que anda bien. Por ello, ayúdame Padre, a hacer silencio, para escuchar atentamente tu voz y obtener la dirección que deseas que tome para servirte y gloricarte grandemente. Amén