Escucha:
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:37-39)
Piensa:
Muchas veces nos sentimos debilitados, angustiados, atribulados, perseguidos, pasamos por situaciones que nos dejan con los ánimos por el piso, y a veces ni podemos ver la luz del final de estos problemas. Pero debemos recordar que si dejamos todo en manos de Jesús, Él nos hace más que vencedores!
Al dejar que Jesús esté en control de nosotros, es el significado de que lo amamos, y que entendemos que Él también nos ama! La fe, esa confianza pura. Y quien nos separará del amor de Cristo? Como dice en los versículos 38 y 39 de Romanos 8: “Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Él nos ama de una manera tan pura y tan grande que es indescriptible. No entra en nuestro entendimiento, no hay forma de medir Su amor. Así es Dios, no tiene medidas.
Su amor por nosotros, nos dio la salvación!
Ora:
Señor, cuando por alguna razón la duda me impida acercarme a Tí, fortalece mi voluntad para saber que en Ti no hay condiciones y que Tu misericordia, cuidado y amor infinito me acompañan en cualquier circunstancia. Amén