Escucha:
“Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento” (2 Corintios 2:14)
Piensa:
La buena batalla de la fe que hoy luchas, debes estar precedida por el reconocimiento de una importante verdad: Tú mente es el lugar donde esa batalla toma lugar. Cualquier pensamiento que se apodere de tu mente, será el que domine tu vida: La decisión es tuya, que gobierne La Palabra de Dios o las mentiras del mal.
Ante el embate de las situaciones amenazantes, dificultades, amarguras; ante la oscuridad que intente rodearte, ancla tus pies y permanece inamovible en las promesas de Dios. Es verdad que la presión de las circunstancias puede hacerse insostenible, pero cuentas de tu lado con el poder de Cristo que nos asegurará la victoria.
La victoria sobre cualquier adversidad que enfrentas hoy, está asegurada. Proponte ahora mismo ser un vencedor para que manifiestes en todo lugar el conocimiento de la victoria en Cristo, porque así lo ha prometido Dios: que te alzarás con el galardón de haber triunfado.
Ora:
Señor, cuando el mal y su oscuridad quieran posarse en mí camino, intentando apoderarse de mis pensamientos, permíteme recordar que he anclado mis pies sobre las rocas de Tú promesa de victoria sobre el mal, en cualquier momento y circunstancia. Amén.