Escucha:
“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado” (Salmos 4:8)
Piensa:
En medio de nuestros días inundados de tensiones, a veces anhelamos tener paz y tranquilidad. Hay demasiado ruido por todas partes y gente en exceso a nuestro alrededor. Queremos ir “a un lugar desierto, y [descansar] un poco” (Marcos 6:31). ¿Podemos encontrar un lugar así?
Sí, existe tal lugar. Cuando dediquemos unos momentos para reflexionar en el amor y la misericordia de Dios, y le entreguemos nuestras cargas, encontraremos en ese tranquilo sitio de la presencia del Señor la paz que el mundo nos ha quitado.
El Señor desea ayudarnos a dejar de lado nuestras preocupaciones en cuanto a cómo solucionar nuestros problemas, y a confiar en que Él se ocupará de dar una salida. Dios puede dar alegría a nuestro corazón (v. 7) para que podamos descansar en Su presencia y encontrar la verdadera paz; porque solamente Él nos hace vivir confiados (v. 8).
Ora:
Señor, Ayúdame, para que las circunstancias de mi vida, que me hagan pensar que todo está perdido, no debiliten mis fuerzas, ni agoten mi fe. Concédeme la calma y el discernimiento para sortear esos obstáculos, sabiendo que Me acompañas, Me guías y Me cuidas. Amén.