Escucha:
“Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días” (Daniel 12:12-13)
Piensa:
Dios dará una porción digna a todos los que deciden valerosamente como Daniel, conducirse por los caminos de la verdad, la bondad y la misericordia del Señor, revelada a nosotros por medio de su palabra . Ningún foso de leones nos privará de nuestra herencia eterna.
Aún cuando pensemos que no existen espacios para salir del fondo, la real verdad es que aquellos que permanezcan firmes y sólidos en su confianza al Señor , serán purificados y fortalecidos en la prueba.
Por ello, marcha constante y declara: Hoy me animo a seguir caminando hasta llegar al final, sabiendo que Dios, sostiene mi mano.
Ora:
Señor, Gracias por sostenerme con tu mano fuerte y decidida. Gracias por llevarme hasta el final y en el camino acompanarme, cuidarme y darme las fuerzas para sortear cada una de las preubas que afronto y que fortalecen mi fe en Ti. Amén.