Escucha:
“Aumentará Jehová bendición sobre vosotros; Sobre vosotros y sobre vuestros hijos. Benditos vosotros de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra” (Salmos 115:14-15)
Piensa:
Es difícil pensar en una familia, perfecta, en una familia sin problemas. Sin embargo, si es posible pensar en familias cuyo esfuerzo sea orientado a cada día buscar a Dios, madurar a partir de la comunión y convivencia fraternal entre cada uno de sus miembros y asumir el compromiso de construir el verdadero hogar que honra al Señor.
Dios nos entrega hoy la promesa de bendiciones constantes para nosotros y nuestros hijos, en consecuencia, para nuestra familia. Pero queda de nosotros el reto de forjar ese núcleo familiar que las merezca, siguiendo su camino, procurando la ayuda mutua, abriendo paso al perdón y estimulando el afecto que nos prepare como individuos prestos a las buenas obras (Hebreos 10:24.)
Vayamos entonces, sembrando el amor en nuestra familia y fortaleciendo la fe que la encuentra con Dios. Seguir el camino del Señor, es convertir nuestra casa en un hogar; en ese hogar soñado en el que todos sus miembros encuentran el verdadero regocijo de vivir bajo la guía de Dios.
Ora:
Señor, que tu presencia no abandone a nuestra familia, para poder cada día caminar junto a Ti, fortaleciendo en Tú palabra, el amor, comprensión y comunión fraternal entre nosotros y con aquellos que nos rodean, de forma que seamos dignos de recibir la promesa de las maravillosas bendiciones que sólo Tú brindas . Amén.