Escucha:
“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones” (Salmos 51:1)
Piensa:
Cada día podemos experimentar situaciones que no podemos controlar y ante la desesperación de saber que ellas irán en contra de lo que pensamos es lo mejor, pueden desatarse en nosotros las mas desoladoras rebeliones internas.
El Señor nos ofrece la promesa de liberarnos en su piedad y misericordia de esas luchas, entre lo que queremos y entre lo que realmente ha acontecido. Nos da su palabra de paz y calma, para aceptar que nosotros podemos conocer el camino que creemos correcto, pero que sólo Él conoce el camino necesario.
Busquemos a Dios, para comprender que siempre debe prevalecer, en cualquier circunstancia, la voluntad de su disposición conforme al propósito al que nos ha llamado.
Ora:
Señor, dame la serenidad para aceptar el camino, cuando las cosas no marchan a mi favor. Ayudame a entender que tu voluntad, determina el rumbo necesario que debo seguir. Amén