Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. Colosenses 2:10
Si tuvieras que calificar tu vida en una escala del uno al diez, ¿qué tan completa dirías que es? A menudo buscamos la plenitud en relaciones, logros, posesiones o en la aprobación de los demás. Pero las Escrituras nos aseguran que en Cristo ya estamos completos. La palabra griega aquí significa «lleno», sin espacio para carencias. Al poner tu confianza en Jesús, recibiste todo lo necesario para la plenitud, la aceptación y un significado eterno.
Recuerda esto: Aquel en quien «habita toda la plenitud de la Deidad» (Colosenses 2:9) ahora vive en ti. Él es tu fuente de sabiduría, fortaleza, amor, gozo, paz y toda virtud que necesites. Él te guía cuando estás confundido, te consuela cuando estás quebrantado y te provee en cada necesidad. Ninguna cosa de valor eterno te falta cuando perteneces a Él.
No permitas que el mundo te haga sentir incompleto. Ninguna opinión, posesión o logro puede añadir nada a lo que Cristo ya te ha dado. Él es tu vida, y en Él estás verdaderamente completo.
Señor Jesús, gracias porque en Ti no me falta nada. Enséñame a descansar en Tu suficiencia y no en las medidas del mundo. Llena mi corazón de confianza, recordándome que eres mi sabiduría, fuerza, paz y alegría. Ayúdame a vivir cada día en la plenitud que solo Tú das, sin dudar nunca de que eres más que suficiente. En El Nombre de Jesús, Amén.