Escucha:
“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmos 23:5-6)
Piensa:
Mi abuelo siempre fue un trabajador incansable. Empezó como limpiador de las oficinas de una importante compañía petrolera y escaló hasta obtener el puesto de gerente de servicios de aquella sucursal. Recuerdo siempre sus palabras: “empieza, con la mejor voluntad, desde donde estas ahora y cumple tú propósito”
Y es que cada uno de nosotros ha sido creado por Dios con amor, en un propósito y para una meta determinada, a pesar de que muchas veces no nos sintamos preparados para ello.
¿Dónde te encuentras hoy? ¿Cuán lejos crees que te encuentras del objetivo que te has planteado? ¿Sientes que estas marchando en el rumbo opuesto? No importa si las respuestas a esas preguntas no son en este momento las más alentadoras, porque lo cierto es que nadie ha terminado la carrera, sin levantarse antes de algunas caídas.
Recuerda que la posición donde te encuentres hoy, es aquella en la que Dios te necesita y sólo resta de ti, emprender el mejor esfuerzo que puedas darle al Señor, para que Él te bendiga con los resultados que considere apropiados para Ti.
Empieza con la mejor voluntad, desde donde estas ahora, sin olvidar que caminas junto a Dios quien te brindará “Misericordia y bien, todos los días de la vida”
Ora:
Señor, concédeme la serenidad para aceptar los contratiempos que surjan en la posición que hoy me encuentro, sabiendo que es parte del plan de bien que tienes para mí. Ayúdame a reconocer que las pruebas que aparecen, fortalecerán mi fe y confianza en ti, y en tu poder y misericordia que nunca me abandonan. Amén.