Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; Mas el justo permanece para siempre. Proverbios 10:25
¿Te das cuenta de que Dios es el Señor del tiempo? ¿Que Él existe fuera de él y gobierna cada momento? En Isaías 46:10, Él nos dice: «que anuncio lo por venir desde el principio». Sin embargo, como Dios gobierna todo el tiempo, ve el valor estratégico de usarlo sabiamente en tu vida. Como dice Isaías 30:18: «Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia».
Por ejemplo, si tocas un instrumento en una sinfonía, debes saber cuándo tocar y cuándo hacer una pausa para crear una experiencia conmovedora e impactante. No es diferente en tu relación con Dios. Como el omnisapiente Maestro Conductor de tu vida, Él trabaja a través del tiempo buscando el máximo efecto para lograr Sus propósitos eternos en tu carácter y circunstancias.
Así que hoy puedes estar esperando algo que es extremadamente importante. A medida que pasa el tiempo, tu fe puede variar, tus dudas afloran, y tienes que decidir lo que realmente crees. En este contexto, El Padre usa cada una de estas oportunidades para tratar las fortalezas en tu vida y enseñarte a mantener tus ojos en Él. Él también trabaja a través de este tiempo de espera para poner todo en su lugar en cumplimiento de Las promesas que desea cumplir en Ti y en cada uno de sus hijos.
Pero el punto es que tu esperanza no puede estar basada en lo que suceda hoy, mañana, el próximo mes, o incluso el próximo año-ello no hace que nada suceda. Más bien, tu confianza debe estar en el Señor, que es infinito hasta la eternidad, que te guía sabiamente y que hace todas las cosas por ti (Salmo 57:2). Tus momentos están bajo su atento cuidado, tan meticulosamente dirigidos y atesorados como el resto del funcionamiento de la creación. Por lo tanto, puedes y debes confiar en Él.
Padre, esperaré en Ti, el Dios de toda la creación, el Señor del tiempo y el Maestro Conductor de mi vida. Confío en Tu tiempo perfecto y sé que Tú estás orquestando todo para mi bien y Tu gloria. Ayúdame a descansar en Tu sabiduría y a esperar pacientemente a que se desarrolle Tu plan perfecto. En El Nombre de Jesús, Amén.